viernes, 4 de julio de 2008

El sueño de Cristina

Si existe un conjunto de arquitectura popular castellana que brille por su homogeneidad y belleza singular, ese es sin duda el caso de Covarrubias. Esta villa burgalesa cuenta además con la declaración de Conjunto Histórico Nacional desde 1965. A continuación pretendo regalaros algunas imágenes de los escasos vestigios que aún se pueden apreciar de su original iglesia románica, hoy reconvertida en gótica colegiata. Pese a ello, tomaré como referencia para este breve artículo una triste historia cuyo eco aún resuena en los vetustos muros del templo...

Sepulcro de Cristina de Noruega, claustro de la colegiata de S. Cosme y Damián,
Covarrubias (Burgos)

Allí, en medio de la brillante tierra del Cid, a orillas de jacobea la Ruta de la Lana y a la sombra del pétreo claustro de la colegiata de S. Cosme y Damián, dormitan eternamente los restos de una joven princesa noruega; nada más y nada menos que la esposa de Felipe de Castilla, hermano del rey Alfonso X. Fue casada como buena princesa de la época; de acuerdo con los deseos de su padre Haakon IV y de su cuñado, el sabio monarca. El fin: acercar las gélidas tierras noruegas a la resplandeciente Europa que, por su parte, aguardaba con sus brazos abiertos.

Vano interior de la colegiata de S. Cosme y Damián, Covarrubias (Burgos)

Así, como amapola entre la nieve, la joven de 23 años abandonó su mundo a bordo de una nave vikinga cargada de riquezas y nobilísimas personas. Se iba para no volver; para entrar a formar parte de una realidad totalmente diferente y que, a la postre, cavaría su propia tumba. Allí le aguardaba el infante (o quizá en un principio el mismísimo Alfonso X). Finalmente, ambos contrajeron matrimonio en Valladolid en 1258, pero, terrible error, decidieron instalarse definitivamente en Sevilla.

Pila bautismal de la colegiata de S. Cosme y Damián, Covarrubias (Burgos)

Allí el sueño de Cristina se fue marchitando. ¿Fue quizá el amor imposible que mutuamente sentían ella y Alfonso? ¿Fue quizá el sol sevillano que, impío, amarilleó su piel igual que amarillea los frágiles mantos verdes de la taiga noruega? Algunos dicen, y quizá no les falte razón, que fue la princesa que murió de pena, apenas cuatro años después de alcanzar puerto castellano. Desde entonces (1262) y por deseo expreso de su esposo, que años antes había sido abad de la colegiata, sus restos reposan en el flamante sepulcro románico que, bajo las banderas entrelazadas de España y Noruega, se exhibe en el claustro de S. Cosme y Damián.

Restos conservados en el claustro de la colegiata de S. Cosme y Damián,
Covarrubias (Burgos)


Eso sí, Felipe nunca pudo llegar a cumplir su promesa de erigir una gran capilla en la localidad burgalesa que sirviera a modo de panteón para su amada. Hoy, pasados ocho siglos, parece que esa antiquísima promesa puede llegar a convertirse en realidad con la construcción de lo que será la iglesia de S. Olav, patrono de Noruega. ¿Quizá así la triste princesa de rubia melena y zarcos ojos podrá descansar por fin en paz en su tan infausto exilio?

13 comentarios:

José Manuel Torralba dijo...

¡¡que romántico en tiempos del románico¡¡ y valga el juego de palabras.
Por cierto, se sabe que estilo prevalecerá en la capilla o iglesia de San Olav...¿neorrománica?

ArtuROM dijo...

Esa misma pregunta me le he hecho yo, je, je. Según acabo de leer parece que el proyecto está ya en marcha, y que de entre los 35 candidatos que presentaron sus proyectos, se ha elegido el de los arquitectos vallisoletanos Pablo López Aguado y Jorge González Gallego.

Voy a tomar prestados algunos datos que he extraido del portal oficial de Noruega en España:

"El proyecto tiene una presencia monumental sin que esto transgreda el entorno natural donde se construirá. La edificación aporta un nuevo atractivo que fortalece el impacto visual del entorno al tiempo que aporta una variedad de posibilidades para la celebración de actividades de toda índole. La doble función de capilla y espacio cultural se ha solucionado de una manera práctica y útil en la que se ha tenido en cuenta el aprovechamiento del espacio interior y exterior.

El edificio no sólo cumple la promesa realizada a la Princesa Kristina sino que es una firme apuesta para incrementar el, ya de por si, rico patrimonio de Covarrubias con una arquitectura de vanguardia. Su espíritu moderno es fruto del estudio de las iglesias románicas y prerománicas; como por ejemplo la cercana Santa María de Lara.

La obra se realizará en el valle propuesto en el concurso y cedido por el Ayuntamiento. Ya desde el primer momento en el que se acceda al hermoso valle el visitante tendrá como guía la torre campanario, lo que servirá como llamada de atención para un edificio tan representativo. La masa de la iglesia se presenta a los ojos del paseante con la misma solidez que las antiguas ermitas. Su acabado en metal, el equivalente moderno de la piedras de antaño, presentará el mismo color rojizo que los monumentos de Covarrubias, como la torre de Doña Urraca.
Para el paseante, en cambio, el edificio ofrece un porche en madera donde sentarse cómodamente al sol en invierno y a la sombra en verano, como final de un agradable paseo.

Una gran puerta da acceso al espacio interior. Como tránsito entre el espacio impresionante del valle y la recogida sala de la Iglesia hay un espacio de unas pequeñas proporciones que actúa como el zaguán tradicional, permitiendo la solemnidad del espacio interior. La sala, orientada Este-Oeste, a pesar de ser pequeña en dimensiones reales ha sido diseñada con la mayor riqueza espacial posible. Primeramente tiene una pequeña zona de circulación que incluye una zona para bautismos. Luego aparece el espacio de los fieles (o los espectadores en caso de actos culturales). Al fondo y con una altura superior esta el espacio del altar, con la zona aún más alta y oculta donde estará la efigie de San Olav. Lateralmente y tambien ligeramente elevado tendremos el coro, útil tambien para situar a una pareja de novios. Cuando el edificio funciona como sede de la fundación los oyentes se giran hacia el coro que se convierte en el escenario principal, sin tener que tocar ninguno de los elementos religiosos. Se ha diseñado además una “silla San Olav” que girando sobre sí misma sirve para el uso religioso y para los actos culturales.

El interior será en su totalidad de cálida madera, incluídas las grandes vigas de la estructura que forman parte del espacio. La luz ha sido estudiada al máximo. El espacio de la Iglesia estará en una penumbra en la que los reflejos del sol ayudarán a crear un ambiente tranquilo y recogido. La pila bautismal, el coro, el púlpito y el altar tienen una cuidada iluminación individual. Todos los detalles (tiradores de puertas, sagrario, púlpito) han sido cuidadosamente diseñados con la mayor sencillez posible.

El edificio incluye una pequeña sacristía, y en otro bloque anejo unos servicios y un almacén.
La torre campanario, que en un principio fue una llamada, sirve también de mirador para contemplar la totalidad del valle, e incluso en la lejanía la silueta de Covarrubias".

Entre la torre y la iglesia se aprovecha la pendiente natural para disponer unos bancos, generando un auditorio natural. Con sólo abrir un portón este espacio queda comunicado con el interior de la capilla, usando el mismo escenario. Además aquí se encauza el arroyo existente y se coloca una fuente para que los paseantes puedan refrescarse".

Toda esta información ha sido tomada de:
http://www.noruega.es/noruega/kristina/proyectocapilla.htm.

En esta web se ofrecen datos detallados de este monumental proyecto. Ya veremos qué sale de aquí...

ArtuROM dijo...

Se cortó la dirección. A ver si ahora sale:

www.noruega.es/noruega/kristina/proyectocapilla.htm.

Alkaest dijo...

"Un nuevo atractivo que fortalece el impacto visual del entorno... Es una apuesta para incrementar el rico patrimonio de Covarrubias con una arquitectura de vanguardia... Desde el momento en que se acceda al valle el visitante tendrá como guía la torre campanario con su acabado en metal, rojizo, el equivalente moderno de las piedras de antaño..."
¡Pues ya estoy temblando! ¿Con qué monstruo híbrido, del neorrománico-trans-post-modernista de diseño conceptual de arquitecto-artista- divo, nos "obsequiarán" los inventores del absurdo proyecto?
¿Es que Covarrubias necesita de un espanto "moderno" para promocionarse? ¿O es lo de siempre, alguien que "hunta", alguien que "recibe", alguien que "construye"...? ¿Dónde están los planos y dibujos del proyecto?, ¿han salido a la vista pública para que los habitantes del lugar puedan opinar?

Salud y fraternidad.

ArtuROM dijo...

Hola de nuevo tras un "duro" día romaniqueando por Ávila...

Si de algo estoy seguro es de que, como bien dices, ha sido una imposición al pueblo de Covarrubias. No he conseguido acceder a ningún plano o alzado de lo que será la terrible mole. En cualquier caso, no dejo de preguntarme sobre qué opinarían Felipe de Castilla y Cristina de Noruega de todo esto, pues al fin y al cabo se hace "supuestamente" para cumplir esa vieja promesa.

Intentaré contactar con el Ayto. de Covarrubias por si me pueden informar más profundamente sobre el tema, aunque a saber si responden a mis "impertinentes" preguntas.

Un saludo.

José Manuel Torralba dijo...

Muchas gracias por tu rápida y concreta respuesta, arturom.

Amigo Alkaest, tus invectivas han debido amedrentar a los noruegos y a los de Covarrubias, porque no se puede entrar en la dirección mencionada...
En todo caso no seamos tan negativos, pues las novedades siempre han supuesto controversia, pero si al final se hace algo bien, el tiempo nos lo confirmará.
Es natural que se haga algo contemporaneo, pues otra cosa no dejaría de ser un anacronismo, aunque a veces haya anacronismos que resultan mejores que algunas de las cosas que se hacen ahora, pero seamos optimistas.

ArtuROM dijo...

Eso, que no falte el optimismo, je, je.

Yo, por mi parte, ya he enviado el correspondiente e-mail al Ayuntamiento de Covarrubias. Si recibo alguna respuesta os mantendré bien informados.

Por cierto, José Manuel, ¿a qué web no puedes entrar? ¿A la que enlacé en mi anterior comentario? Tal vez es porque se coló un punto al final del link. Intenta de nuevo si quieres:

www.noruega.es/noruega/kristina/proyectocapilla.htm

Alkaest dijo...

Amigos todos, dejemos claro que yo soy partidario de las construcciones modernas. Lo que no soy partidario, es de mezclar las churras con las merinas. Ya lo dice el sabio refrán popular: "cada oveja con su pareja". Construyamos moderno en los barrios modernos, pero restauremos en antiguo en los barrios antiguos. Porque mira que casualidad, se construyen siempre edificios modernos dentro de entornos antiguos ¡Y eso no es un anacronismo! Pero nunca se levantan edificios antiguos o neo-antiguos en barrios modernos ¡Porque eso "si es" un anacronismo!
Por favor, no queremos aparecer "encima de cornudos, apaleados".
En estos temas es muy, muy, muy, difícil ser optimista. Por motivos muy, muy, muy diversos. Unos legítimos y otros en absoluto.
Estoy pensando, seriamente, en acudir a una hechicera que le haga magia negra, a toda esa tropa de "bienhechores arquitectónicos".
Sin mala intención, no para que les pase nada malo, sino para que se lleven sus "proyectos" a sitios más propicios.

Salud y fraternidad.

ArtuROM dijo...

Tal vez uno de los principales problemas es que hoy en día prácticamente ningún arquitecto se atreve a planear la construcción de edificaciones "a la antigua". Quizá por rechazo, quizá por innovador, quizá por evitar el desprecio de sus colegas de profesión. No lo sé, pero lo cierto es que es la pura realidad.

Por ello la mayoría de los informes de nuevos proyectos en entornos histórico artísticos, como puede ser en Covarrubias, son especialmente "divertidos": todo encaja perfectamente en el contexto, los materiales están inspirados en los ciclópeos sillares medievales, el espacio es una simbiosis entre el espíritu austero del Císter y la abstracción contemporánea, y líneas y líneas de bla, bla, bla... Luego, a la hora de la verdad, acudimos a la construcción de edificaciones que poco tienen que ver (en mi humilde opinión) con todo ese palabrerío.

Pero bueno, como en todo "gremio", hay asuntos que parecen totalmente vetados. Puede que haya un gran desacuerdo, pero pocos se atreven oficialmente a lanzar una invectiva clara, y los que así lo hacen a menudo son anatematizados. Mejor no pondré ejemplos en el campo de la Historia del Arte, aunque seguro que todas nuestras pervertidas mentes están recordando ahora mismo más de uno...

Un saludo.

Paco Torralba dijo...

Si con el de la fotografia, tema tratado en Laberinto, dá para mucho, con este podemos tener tema hasta Navidad. ¿Cómo vamos a pretender que se construya ahora como hace siglos? No, se tendrá que construir con las ideas, experiencia, tecnología y materiales (que antes no los había) del siglo XXI. Habría mucho que comentar sobre el dejar las fachadas originales, restaurándolas, y rehacer totalmente el edificio interiormente. Esto se esta haciendo mucho para "respetar" el entorno urbano.Pongo respetar entrecomillado porque con eso, del edeficio original, solo se conserva ya la fachada. Y con eso llegamos ya al neo-pueblo. ¿ejemplo? Santillana de Mar, sin duda...¿lo analizamos?
Salu2

José Manuel Torralba dijo...

De toda esta polémica, que se perderá en la niebla del tiempo, nuestros descendientes de dentro de unos siglos, si es que queda algo entonces, se partirían de risa.
La distancia temporal unifica la visión y pone a cada uno en su sitio, y entonces verán que todas las construcciones tienen su lógica en función de lo aportado por las anteriores, y como en todo hay bueno y malo, lo bueno sea del tiempo que sea espero que merezca su aprecio.

ArtuROM dijo...

Evidentemente, me parece ridículo que en pleno siglo XXI cualquier arquitecto sea una especie de neo-Bernardo "el Viejo". Igual de ridículo me parece el a veces exacerbado prejuicio contra la arquitectura historicista que les lleva a cometer monstruosidades como, por ejemplo, el Museo del Ejército del Alcázar de Toledo. ¿Tan mal le cae Alonso de Covarrubias a Rafael Moneo? Debe ser que sí, sino no entiendo por qué está desfigurando con moles de hormigón y hierro su fachada renacentista.

En el fondo lo que estoy defendiendo no se aleja demasiado de lo que decía Alkaest unos post más atrás. Me parece estupendo que la arquitectura evolucione, y decir lo contrario sería absurdo. Pero preferiría que esa evolución siga su curso evitando la realización de experimentos peligrosos en los contextos en los que, valga la redundancia, esa arquitectura está descontextualizada.

De todos modos, como dice José Manuel, aún nos falta esa distancia temporal que amplía la perspectiva (o calma los estómagos). Al fin y al cabo, ¿qué opinaban en pleno XVI de las obras medievales? ¿Y en el S. XIX del Barroco? ¿Y qué pensamos hoy de todos ello?

¡Un saludo!

Alkaest dijo...

¡Vamos a ver, lógica y racionalidad! No confundamos la ironía, el sarcasmo y la socarronería, empleados por mí para resaltar la absurda incongruencia de los "popes" de la arquitectura y sus corifeos, con un presunto "anhelo" de construir neo-medieval. Nada más lejos de mi ánimo. Aquí no se trata de "nene, tu a quien quieres más ¿a papá o a mamá?". El tema no es "arquitectura contemporánea si o no". El tema es "cada arquitectura en su casa y la Diosa en la de todos". El tema, ni siquiera es "no mezclar arquitectura antigua y moderna". El tema, real, sangrante y obsceno, es "no vomitar construcciones modernas, presuntamente valiosas en un hipotético futuro, sobre los conjuntos histórico-monumentales".
Nosotros tenemos, presuntamente, una ventaja sobre los renacentistas o barrocos, hemos llegado a apreciar el valor estético, espiritual y "monetario-turístico" -todo hay que decirlo- del patrimonio monumental. Hemos "inventado" la conservación y restauración de ese patrimonio, por su valor intrínseco, "propio y personal". ¿Y ahora vamos a cargarnos todo eso en nombre de la "modernidad"? ¿Una modernidad, cuyo mayor valor es un esteticismo frío, carente de simbolismo real, salvo el que promueve su marketing de "autor"? ¿Una modernidad, cuya espiritualidad reside en las cantidades monetarias, que pasan de mano de contratistas a mano de políticos, con sus intermediarios correspondientes?
Porque, no nos engañemos, en todo ello hay mucho orgullo y vanidad profesional, y muchos millones, a partes casi iguales. Y muchos diletantes, sin opinión propia, esperando que les digan lo que debe gustarles y lo que no, para estar "en la onda". Salvados sean, quienes si tienen opinión propia y se decantan por lo antiguo o moderno con conocimiento de causa, que son los menos.

Salud y fraternidad.